Sharq Taronalari, festival de música de Samarcanda

Si hay un evento que enorgullece a la ciudad de Samarcanda, ese es el Sharq Taronalari. Un festival de música tradicional que se produce cada dos años, y que congrega en el Registán a más de un centenar de músicos de todo el mundo. En 2011 consiguió reunir a músicos de más de 50 países y la cifra fue superada con creces en 2015… Delegaciones de medio mundo se dieron cita en una de las plazas más emblemáticas de la ruta de la seda: como antaño, las madrazas fueron testigos de la conexión multicultural y el intercambio artístico que músicos, cantantes y compositores fueron regalando al público día tras día.

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Asistiendo al festival… entre la créme de la créme

Si hay algo que nos gusta son los eventos especiales… no podíamos perdernos el festival y como habíamos oído que era gratis para los turistas, nos acercamos a pedir nuestras invitaciones. A pesar de que las medidas de seguridad eran amplísimas, como os explicaremos más adelante, se hizo visible la tan conocida corrupción uzbeka… aunque no por parte de la policía como esperábamos, sino más bien por el personal de las taquillas.

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Una vez dentro, no nos podíamos creer la maravilla que estábamos presenciando: Toda la plaza del Rejistan convertida en un escenario gigante sobre el que de forma constante se proyectaban figuras de luz al son de los diferentes ritmos que iban sonando…

Pantallas

Varias pantallas de vídeo ayudaban al espectador a seguir la actuación en la pista, a la vez que acababan de inferir un aire muy mágico a la escena… tecnología proyectada sobre 1000 años de historia…

Colores

Y de fondo, la luna llena… una luna tan grande y soberbia que no pudo dejar de ser protagonista en la fiesta.

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La otra cara del festival

Pero como toda moneda de oro tiene su cara y su cruz… en este caso, mucha cara díriamos nosotros. Dado que el festival entorpece las visitas habituales de los turistas, porque está cerrado al público por razones de seguridad, se decidió hace ya muchos años que los turistas podrían entrar gratis al evento… de esta manera, podrían visitar el ansiado Rejistan que les había llevado hasta allí y la presencia internacional en el evento, aumentaba. Dos pájaros de un tiro! Aunque para pájaros, los encargados de dar estas invitaciones a los turistas… tan fácil como cambiar la palabra “gratis” por la palabra “10€” (o dólares, no le hacen ascos a nada…) y ya tenéis el percal montado. Si contamos con que la entrada normal al recinto son 8€, los turistas pagan los 10 sin rechistar mucho… y si rechistan, pues como en todo en Asia Central, se le baja el precio! Así, y con media organización en el ajo, lo que tendría que ser un evento glamouroso, se convierte en un espectáculo bochornoso de cara a los turistas…

Ignoro si cuando se concibió la plaza se pensó en la acústica… aunque para el Islam es importante debido a sus rezos en el exterior y sus mensajes, no sé si sus arquitectos imaginaron nunca que algún día albergaría un espectáculo de danza y música… Tampoco sé cómo se reciben estos actos entre los musulmanes, algo que al gobierno poco o nada importa, dado que a pesar de que el 90% de la población es Suní, el Islam no está bien visto por su presidente y no gozan de tanta libertad de culto como les gustaría… Dudo mucho que a los Mulhás les guste ver a mujeres en minifalda bailando entre sus madrazas… pero para los visitantes que navegamos entre tanto arte y cultura es sencillamente una delicia ser testigos de esos contrastes: lo nuevo con la historia mezcladas a través de la música tradicional de otro continente… que tiñe el escenario de colores que MarcoPolo no pudo ni imaginar y lo hace temblar al ritmo de tambores y de instrumentos que difícilmente sabría pronunciar. Es la magia de Samarcanda… que sigue siendo un lugar de encuentro, de intercambio y de paz.

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Y cuándo se celebra?

La cita es bianual, en años impares y siempre en la última semana de Agosto… si planeáis vuestro viaje a Uzbekistán y os coincide Enhorabuena! Viviréis algo único que muy pocos viajeros pueden disfrutar!

Cartel