Des-Querida Delhi,

Te mando esta carta para decirte adiós… fue tan rápida nuestra salida que no tuve la ocasión de despedirme de ti como te mereces… Pero sobretodo quería agradecerte todo lo que nos has dado en estos 5 días que hemos compartido.

Minaret Qtab Delhi, India

No es por el fuerte rojo que quería darte las gracias, la verdad es que aunque bonito por fuera, dicen que poco o nada tiene que ofrecer por dentro, más que una calle atestada de personas, por llamarlo de alguna manera… No, tampoco es por el minaret Qtab… que es cierto que es el minaret de piedra más alto de India y dice internet que del mundo, y está en un complejo bien conservado por el que casi casi da gusto pasear… No es por sus palacios, que por ser los primeros de su clase que vimos casi llegan a sorprendernos. No…

Minaret Qtab Delhi, India

Tampoco es por el templo del Lotus, que aunque sus jardines son geniales y se respira paz dentro y cierto orden, de puertas para afuera el comportamiento de sus visitantes fue el de siempre y al que ya por desgracia estamos acostumbrados.

Templo de Lotus Delhi India

Y aunque el templo de Swaminarayan Akshardham nos impresionó muchísimo y nos pareció una visita muy agradable y de obligado cumplimiento para aquellos que te visiten, tampoco es el motivo que me empuja a darte las gracias en esta carta…

Lugar donde murió Gandhi Delhi india

El lugar dónde Gandhi fue asesinado

No, el motivo es mucho más profundo… Son 3 regalos que me has hecho y que me acompañarán el resto de mi viaje.

El primero, recordar constantemente a mis yayos, que en paz descansen, cuando me decían “Se puede ser pobre, sin ser sinvergüenza”… Una frase que haría mucho bien a tus ciudadanos que alguien se la recordara a diario… o más bien, cada 5 minutos. Deberían repetirla como un mantra hasta que les quedara tatuada en el alma, el karma o las suelas de los pies… no me importa dónde, pero tras viajar por países por desgracia pobres durante tantos meses, no nos sirve el cuento de la pobreza para justificar la total falta de honestidad que tienen muchos de tus habitantes. No sólo en sus constantes intentos de estafarte… su falta de ética no acaba ahí, cuando les descubres la estafa y les pides que paren encima te hacen sentir culpable, atacando a tu lado más humano… lamentable actitud la de los tuyos que sólo consigue que los visitantes, ávidos de espiritualidad y buenas vibraciones, salgan huyendo de tus calles como lo hicimos nosotros…

Cartel advirtiendo timos en delhi india

Advertencia del gobierno contra las estafas en las compras de billetes de trenes y reservas de hotel

El segundo regalo que nos has hecho es el de saber que hasta de entre la mierda, pueden crecer flores… y aunque la basura se aglutina en tus calles de forma literal y la mierda es el asfalto que cubre tus callejuelas, me refiero a esas personas que a pesar de haber nacido entre tus barrios, brillan por su bondad y generosidad y te piden disculpas de forma incesante avergonzados de saber la calaña de hijos que tú, Delhi, has engendrado… ellos son esa luz al final del túnel que te hace tener esperanza y soñar con que India no es Delhi y Delhi no es más que un mal recuerdo de un lugar que simplemente debía ser de paso.

Calles de Delhi, India

Y el tercer regalo, y no el menos importante, es porque nos has regalado uno de los mejores días de nuestra vida… el día que ya en el tren, este se puso en marcha, y sabíamos que te perdíamos de vista… No sé si para siempre, pero por un laaargo periodo de tiempo! Gracias! Porque esa sensación de saberte lejos y pasajera nos hizo sentir tan felices que nunca te olvidaremos!

Altar en las calles de Delhi

Y ahora, querida Delhi, deberías estarme tú agradecida de que esta carta la escribo yo, la Sra. Uts y no el Sr. Ets, quien hubiera utilizado todos los adjetivos zoológicos que conoce para describir a tu gente…

Atentamente,

Dos viajeros con pies en polvorosa!

Estafa de llegada al aeropuerto de Delhi

Tal y como habíamos leído en muchos blogs, nada más subirnos al taxi el conductor puso dirección a nuestro hotel, el cual ya habíamos reservado antes. Tras dar unas cuantas vueltas, las cuales íbamos vigilando por google maps, nos llevó a una calle aparentemente cortada. Es una calle que siempre está cortada porque cruza un parque, pero de noche, eso, no se ve… tras ver la calle cortada, hizo ver que hablaba con un policía y nos pidió el teléfono del hotel para hablar con ellos. Al decirle que no teníamos saldo en el móvil, dijo que él tampoco y se dirigió a una supuesta oficina de información a que nos ayudaran a llamar al hotel para ver cómo podíamos llegar. Allí el responsable de la oficina llamó (supuestamente) al hotel y el del hotel nos dijo que mejor nos buscasen otra habitación porque la calle estaba cortada… A lo cual, colgamos entre carcajadas, felicitamos a los 3 actores por el show y exigimos al conductor que nos llevara a nuestro hotel o llamábamos a la policía… Enfadado, (encima!) nos condujo al hotel y tras el pago no nos dijo ni adiós…

Calles de Delhi, India

Las mujeres en Delhi y la línea amarilla del metro

Si hay un mal endémico en toda la India, es el trato abusivo y denigrante que sufren las mujeres… y eso se hace extensivo a las turistas en Delhi, sobre todo en el metro y más especialmente en la línea amarilla. Te recomiendan cubrirte, al más puro estilo musulmán, y aún así no es garantía de nada… Es común que los hombres jóvenes se te acerquen y te toquen una teta o incluso la vulva y tras hacerlo se te quedan mirando amenazando por más que les grites o les increpes. Por supuesto nadie hace nada para evitarlo. Así que además de cubriros, sobre todo si sois blancas de piel, lo ideal es que uséis el vagón para mujeres.

A pesar de que esta carta fue escrita hace 3 meses a nuestra llegada a Delhi, nuestra opinión sobre la ciudad sigue siendo la misma… una ciudad oscura, tanto en su aire como en su alma y que desearíamos a ser posible, no volver a pisar. Si bien se asemeja a alguna otra ciudad en India, nada tiene que ver al conjunto del país. Delhi no es representativo de India,  e India, no puede sentirse representada por Delhi.

Gandhi, Delhi india

También es cierto como comprendimos después, que sufrimos en Delhi un grave síndrome post irán… Viajar del país más hospitalario del mundo a uno de los menos hospitalarios, no fue un gran acierto… cómo dicen los compañeros de Marcando el Polo “si estás en un viaje largo, dejá Irán para lo último. Consejo que leímos tarde… Dicen que un viaje debe empezarse por India, aunque a partir de las 3 semanas, o casi un mes, por fin le encontramos el ritmo al país y empezamos a disfrutar… ahora que se acaba nuestro tiempo aquí, no queremos irnos, y por supuesto, hemos prometido volver!

Calles de Delhi, India