Yereván Despierta!

Yereván o Ereván como la llaman los locales no es solo la capital del país cristiano más antiguo del mundo. Orgullosos de considerarse pioneros en el cristianismo y de seguir fieles a la doctrina original de Jesús, Armenia es un país muy pequeño que a duras penas es la sombra del imperio que fue. Yereván es mucho más que la capital de un país venido a menos, exsoviético y superviviente a la caída del Kremlin. Yereván es, sin lugar a dudas, una ciudad moderna y vibrante, que rezuma vida por todos los poros de su piel. Una ciudad despierta, actual, elegante y contundente que no deja indiferente a nadie… no sólo por su arquitectura si no por su gente. Y es que si hay algo en Yereván son personas, está viva… late insistente a un ritmo nocturno que no habíamos visto en nuestro viaje. Yereván está Despierta y presume de ello todas las noches.

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Allí nos esperaba Queen, una Armenia atípica, moderna y ambiciosa que buscaba hacerse un lugar en el mundo del turismo de lujo. Vivía con su pareja, un Iraquí hijo de un jeque con 3 esposas y más de 20 hermanos cuya historia nos dejó simplemente fascinados… y a pesar de todas las diferencias culturales, religiosas y raciales, no había obstáculo que les fuera a detener. Una pequeña casita que era un horno justo en el centro de Yereván sería nuestro hogar durante los siguientes 4 días.

Salimos a pasear… Lo primero que nos llamó la atención fue la gente. Lo elegante que vestían… ya habíamos oído hablar de ello en hostels en Georgia, dónde es de las primeras cosas que los viajeros comentan. “Aquí mi suegra sería feliz… “recuerdo que pensé. La gente se arregla hasta para salir a comerse un helado al lado de las fuentes mágicas… “Son pobres en Yerevan” nos comenta nuestro anfitrión… “No pueden permitirse cenar fuera o ir a los bares, así que comen un helado barato en la calle, pasean en familia y con eso les basta… no necesitan mucho más”. Mirándolos dirías cualquier cosa de ellos menos que son pobres… el cliché del traje de los domingos ellos lo lucen toda la semana… “Los armenios somos muy orgullosos… demasiado quizás. Por eso no veréis a gente pedir por la calle, y si piden es que no son armenios”. Y es cierto… después del alto nivel de mendicidad que habíamos visto en Georgia, nos sorprendió muchísimo que Armenia no lo tuviera.

Vamos de Turismo… qué ver en Yereván?

La plaza de la República… Es el centro neurálgico de la vida de la ciudad y un espacio precioso que llama la atención por su elegancia y armonía. Si bien está compuesto por edificios nuevos y antiguos combinados, siguen una lógica que le imprimen un carácter muy homogéneo al espacio. Las fuentes centrales hacen de nexo entre todo lo que les rodea. En la misma plaza encontramos el museo de historia de la ciudad. Salvo que se quieran ver museos, lo mejor es recorrer la ciudad de Noche o al atardecer si se va en verano, porque las temperaturas superan los 40º durante el día…

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Seguimos paseando y llegamos a la Mezquita Azul, una Mezquita de estilo persa, financiada por el gobierno iraní que cumple también las veces de escuela coránica y de idiomas… nada que ver con la Mezquita Azul a la que estamos acostumbrados en Estambul, pero algo curioso que contrasta con el resto de la ciudad…

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Siguiendo las visitas religiosas llegamos a la Catedral de Yereván o de San Gregorio el iluminador… es nueva, del año 2000 y se construyó para conmemorar los 1700 años de cristianismo en Armenia de forma oficial. Dentro se guardan las reliquias de San Gregorio. La ubicación es inmejorable y si bien el acceso con la escalinata recuerda a la catedral de Tbilisi, también nueva, la simetría de la fachada con las dos torres flanqueando la cúpula hacen que no se parezca a ninguna otra que hayamos visto hasta el momento.

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Son varios los parques que vale la pena recorrer y visitar en la ciudad, porque todos esconden algún detalle que te llama la atención… son agradables, frescos en su mayoría y están muy cuidados. La ciudad está llena de zonas verdes salpicadas por todas partes…

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Ya habiendo atardecido y con un respiro de calor, nos dirigimos hacia lo que ellos llaman la Cascada, una escalinata de eterna construcción que lleva años en obras y que no se prevé se acaben en breve, pero que ofrece unas vistas de la ciudad increíbles, además de un museo cubierto y una exposición de arte al aire libre que merece un buen paseo.

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Yereván tiene arte en sus paredes y pinta con paisajes esos muros grises que aun recuerdan a la era soviética… esos edificios ajados y maltrechos recuperan un poquito de alma a través de sus dibujos…

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Es una ciudad muy segura… llena de policías allí dónde mires, parece que hayan más uniformados que ciudadanos. No sabemos si protegen o vigilan, pero habíamos leído varios blogs hablando de lo inseguro que es el país y sobretodo la capital, y nada más lejos de la realidad que nosotros nos encontramos: Yereván es segura tanto de día como de noche.

Pero sin duda lo que más nos gustó de la ciudad fue el espectáculo nocturno de las fuentes mágicas… durante 3 horas, las fuentes de la plaza de la República danzan al ritmo de la música tanto nacional como internacional que va sonando… refresca el ambiente, alegran la noche y allí se dan cita miles de vecinos que acuden a ver el espectáculo, con sus helados en la mano de 0,2€ y sus mejores ropas para la ocasión… a eso dedicamos casi cada noche en Yereván… a refrescarnos cerca de sus fuentes y disfrutar del espectáculo… Queréis ver un trocito? Dadle al play en el siguiente vídeo…

(Estamos aprendiendo a grabar videos y editarlos… os pedimos disculpas por la mala calidad!)

Hay muchas cosas que ver en la ciudad, pero sobretodo hay muchas cosas fuera de la ciudad para visitar… aunque la calidad de los autobuses o infraestructuras deja un poco que desear, con ganas y a veces un taxi compartido se puede llegar a cualquier lado.

Hay algo desconcertante en la ciudad… si bien el interior del país parece haberse quedado estancado en el tiempo y no tener recuerdos posteriores a 1991, la capital se alza desafiante a sus vecinos y luce orgullosa nuevas avenidas, plazas, fuentes, monumentos y esculturas allí dónde mires… Hay mucho por ver en Yereván y sobretodo mucho por hacer, pero para un pequeño país de poco más de 3 millones de habitantes y enemistado con el 50% de sus vecinos, la pregunta que nos surge es… Hay alguien detrás del crecimiento de Yereván? Quién les ayuda?

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De allí nos fuimos en tren… 9 horas en tren desde Yereván a Tbilisi… 9 horas de infierno absoluto sobresaturado y sin ventanas el desorbitante precio de 18€ por cabeza… si querías oxígeno para respirar, tenías que pagar 6€ más y viajar en primera clase… creednos, vale la pena. Es mejor no comer 2 días seguidos para recuperar el presupuesto, que sufrir en ese vagón la agonía del calor y la ausencia total de aire respirable… Así que si alguien está leyendo esto y se plantea si vale o no la pena viajar en 1º clase la respuesta es SI! … Pero hay que reconocer que la estación de tren, a pesar de tener sólo 2 o 3 trenes al día, es fastuosa y espectacular… una vez más, me enamoré de la estación: absurdamente descomunal, ridículamente vacía, a penas unos plafones informativos llenaban un pequeño espacio entre los majestuosos salones de espera… decenas de taquillas dónde trabajaban sólo 2 funcionarios los cuales se cambiaban de una zona a otra en función de la hora… y es que el tren a Tbilisi lo venden a la derecha…

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Aun así, a pesar del horrible trayecto de vuelta, que os describiré más en detalle en otra entrada, dejamos atrás Armenia y su capital con un muy buen sabor de boca!