Al entrar en Clase
La ropa impecable… sus camisas blancas y sus pantalones planchados. Lavados con esmero en un río que no siempre baja limpio, que no siempre lleva agua. El pelo bien trenzado, brillante y desenredado. Con sus cintas a juego, blancas y puras. La corbata bien anudada, radiante y almidonada y los cuellos de la camisa impecables. “Como debe ser”, piensa su madre al dejarle salir por la puerta.

Con su bicicleta, quien la tiene y calzando unos zapatos que tal vez le queden grandes, con su aspecto de galán y de princesa, de banqueros y futuros líderes del país, […]