Ganesh

30 días en la India… es increíble pero hoy cumplimos nuestro primer mes en India y el tiempo se nos ha pasado volando. Quién lo iba a decir cuándo llegamos a Delhi? Una ciudad que nos recibió de una forma tan hostil y agresiva, tan estafadora y pilla, tan ruidosa y estridente… una ciudad que nos abrió los brazos… para cogernos la cartera. Dónde el concepto Mr. Euro tomó una nueva dimensión… dónde los niños ya no buscan tu sonrisa si no tus rupias… Una ciudad dónde la ayuda tenía precio y del timo se hace todo un arte y doctorado…

Mujeres

Caléndula y flores. Junto con el jabón es el olor que más llama tu atención. Vas tan prevenido al olor de vaca y heces, que cuando tu olfato detecta el olor del jabón, ese olor a Marsella densa, no puede resistirse… y tu pituitaria se abre y dilata para absorberlo al máximo. Ahí detecta el del incienso… agradable también aunque más intenso. Llega a exasperar pero sigues olfateando el aire… sigues investigando… huele a comida callejera… ahora es tu boca la que saliva ansiosa junto con tu nariz que sigue disfrutando de su orgía… que más habrá? Qué más habrá?? Mierda… sí… mierda y orín… justo al lado de dónde cocinan aquello que te pareció rico, y que ahora te da nauseas, hay una especie de meadero para hombres compuesto de una pared y nada, dónde se sacan el pene y orinan sin pudor… y el olor es tremendo, nauseabundo. Y te castigas por haberte relajado y haber inspirado los aromas de la calle… Te avisaron, todas las webs lo decían… India apesta, pero no… tú tenías que olerlo todo… ibas a descubrir la sopa de caléndula en Nueva Delhi! No aprendes… es que no aprendes…

Colores

Y así trascurren tus días… cuando dejas de mirar al suelo porque crees que lo tienes controlado y porque los templos te llevan boquiabierta por las ciudades, pisas una mierda de vaca… Cuando miras al suelo para evitarlas, es una moto la que se te lleva por delante. De cada 10 niños 8 te piden dinero, pero esos 2 que no lo hacen son tus grandes favoritos… hacen que el día valga la pena. Te invitan a una boda y te conviertes en el invitado de honor minutos después de que alguien te hubiera intentado tomar el pelo para sacarte un dólar… y hoy, justo hoy te han puesto más raciones de patatas fritas, te han invitado a un chai y te han tratado como a un rajá en un puestecito callejero simplemente porque has vuelto…

Vaca

Y es que eso es lo que le gusta a India, que vuelvas, que no estés de paso… que te quedes. Que te aprendas sus nombres, que conozcas sus olores, que te arriesgues con su comida y confíes en su palabra… confianza que claro, no se gana en un día… así que debes quedarte al menos una semana en un lugar para empezar a sentirte como en casa. Pero cuando lo haces, cuando eso pasa… India te roba el corazón y se apodera tu alma…

Ahora sí… estamos de nuevo en nuestra salsa!

Bicicleta