Khiva, la perla de Uzbekistan

Cierra los ojos… inspira… otra vez… deja que los cientos de años de historia que se acumulan en el aire invadan tus pulmones y se deslicen por tu sangre, desde tu nariz hasta tu cerebro pasando por todo tu cuerpo… Respira con cuidado, pues demasiado aire de Khiva puede colapsar tus emociones. Hay mucha información en cada bocanada… saboréala despacio y regálale el tiempo que se merece. Que no te falte el aire, sobreponte y vuelve a respirar.

Abre los ojos y mira… míralo todo porque estás en Khiva… abre bien los ojos no vayas a perderte los siglos de vida… disfruta sus colores, deja que te cieguen cuando se iluminan por el sol. Busca la armonía y disfruta de su caos… lo ves? Lo estás viendo? Es imposible decidir a dónde mirar. Párate, escudriña el horizonte y recorre con tu mirada cada rincón de esta ciudad. Y hazlo al amancer, bajo el sol de mediodía, hazlo al ocaso y de noche, deja que la luz bañe cada esquina y quédate con la paleta de colores cambiante cual el reloj.

Despierta tu mente… porque ella será quien te haga volar. Recuerda a Marco Polo, recuerda la seda y los camellos, las 50 tribus del desierto y aquellos europeos ambiciosos que buscaban los tesoros que oriente tan bien guardaba. No dejes de mirar, y aunque te falte el aliento, no dejes de respirar…

Abre bien tus oídos o te perderás la música… la oyes? No deja de sonar… Es la misma que se oía hace 600 años en este mismo lugar. Con los mismos instrumentos, el mismo sonido a metal. El ruido de los comerciantes, de los artesanos al trabajar… Escucha sus sueños mientras intentan venderte sus recuerdos, disfruta de su arte, de su artesanía y de sus artimañas pues las tres van siempre unidas y está en ti el saber diferenciarlas.

Y sueña… deja que se emocione tu alma y no dejes de soñar, porque sí… viajero… has llegado a Khiva, la perla de Uzbekistán

Datos prácticos para viajar a Khiva

Dice la leyenda que Khiva fue fundada por Sem, hijo de Noé. Durante su historia fue ocupada por persas, timúridas, mongoles, uzbekos y rusos… Si bien Khiva apareció dicen hace más de 2000 años, fue durante el khanato de Khiva, bajo la dominación timúrida, cuando desarrolló su máximo esplendor.

Su casco antiguo consta de unos 50 monumentos muy bien conservados y más de 250 casas, que dibujan una escena muy harmónica dónde la religión juega un papel muy importante. Y es que Khiva es una perfecta representación del arte islámico de Asia Central. Fue en 1990 declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Lo mejor es alojarse en el Ichon-Qala, el nombre que recibe la ciudad antigua de Khiva. Hay alojamientos por 20$ al tipo de cambio “black”. Los alojamientos tienen muy buena calidad, con buen wifi, baños privados en su mayoría y generosos desayunos.

200 Km separan Nukus de Khiva… el mejor trayecto pasa por Urgench (166km – 20.000SOM) y de Urgench a Khiva (37km – 5.000SOM)

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Los restaurantes dentro de la muralla son especialmente caros como os podéis imaginar, aunque una noche no pudimos resistirnos a cenar en el Khorezm Art Restaurant por unos 25.000 por cabeza (5€) y disfrutar de la puesta de sol y el cielo incendiado desde el patio de la madraza dónde está ubicado.

Vistas desde la terraza del Kozerm Art Restaurant

Hay que pagar una entrada de 12$ en el momento de nuestro viaje para poder ver todos los museos y edificios. No se pueden pagar de forma individual, si eres extranjero. Nosotros optamos por no pagar y entramos sólo al mausoleo y visitamos las madrazas menores que son talleres y la más grande que es a día de hoy un hotel, el Orient Star. Se puede entrar libremente por dentro y también os podéis alojar allí por unos 70$ la noche al cambio oficial (40$ en el momento de nuestra visita). También hay un minaret al que se puede subir previo pago de su entrada. En la puerta encontraréis a varias mujeres presionando para que paguéis y para que paguéis por la cámara e incluso por entrar a la muralla… si no queréis pagar, no tenéis que pagar! Así que tranquilos, seguid andando y como si nada!